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21 dias en Los Himalayas

   Gangotri, Junio2010 

Viaje a La cabeza de Shiva, Gangotri

Ir a La India y mas aun visitar los Himalayas es una meta de vida para muchas personas que buscan la realización espiritual en todo el mundo. Debo confesar que aunque había sentido atracción por la India, nunca pensé que algún día visitaría a la India y mucho menos los Himalayas. 
Todo empezó en febrero del 2010, al subir al techo a meditar, como hacia todos los atardeceres.  Recuerdo que esa tarde había una energía extraña en el aire como si la atmósfera estuviera condensada.  Había una pequeña luna creciente en el cielo. Me pusea a orar por las almas del terremoto de Haiti que solo había ocurrido hacia unos días.   Note que sentí una paz y tranquilidad poco común tan pronto tome mi postura de meditacion (generalmente me toma 20 o 30 minutos antes de alcanzar la paz) Apenas pasaron unos 15 minutos de practica cuando al abrir mis ojos obtuve una visión perfecta del dios Shiva sentado frente a mi y de su mano salia el símbolo de OM. Estrellas en formacion  de Om viajaron de la mano derecha de Shiva hacia mi y se disolvieron al tocarme. Su cara era tan dulce... La atención estaba centrada en su peinado como algo importante para mi.  Luego desapareció la visión.  Llore lágrimas de felicidad indescriptible.   En ese entonces reconozco que no conocía a las deidades Hindúes y no reconocí que la figura que vi era Shiva.

Al terminar mi meditacion baje y busque todas las deidades Hindúes en Internet. No pude creer la precisión de la visión al ver la Imagen con todos los símbolos.  Investigue todo sobre Shiva y ¨casualmente¨ en esos días se celebraba la ceremonia de Mahashivratri en honor a Shiva.  Decidí ayunar y pasarme la noche en desvelo bañando a la Shiva Lingan cada 3 horas como se acostumbra.  Recuerdo haber pedido con gran devoción que por favor Dios me mandara un maestro autentico.

En Marzo del 2010, recibí una invitación en Facebook   para chatear de un Swami (monje Hindú) , amigo de mi maestro de Kriya Yoga Yogi Sarveshwarananda.   Swami Chetan, quien hace 12 años se retiro en lo profundo de los montes Himalayas, afirmaba que yo había sido su madre varias veces en otras vidas .  Luego de un intenso intercambio de ideas, experiencias, poesías fotos etc... me invito el 8 de Mayo  a su Ashram (monasterio) en los Himalayas. En los patrones de mi vida he observado que cuando algo empieza bien y fácil casi siempre su desarrollo fluye sin grandes impedimentos y el resultado es positivo. Este viaje fue planeado y ejecutado por una fuerza mas allá de mi comprension. En menos de cuatro semanas desde la informal invitacion del Swami , un viaje imposible de costear por mi, Alas! todo vino a mis pies, Sin mi conocimiento y arreglado por mi amigo, maestro y ángel Enrique Guzmán, el embajador de la India en el país mas cercano viajo exclusivamente al país a facilitar 4 visas . Una de ellas la mía. 
El dinero exacto del boleto aéreo llego a mis manos inesperadamente. Mis amigos y primos me ayudaron con ropa étnica, maletas, y dinero de bolsillo Enrique y su esposa Gloria me llevaron al aeropuerto de Punta Cana, a cuatro horas de la ciudad etc.
…  
Ya en el aeropuerto, después de varias horas de soledad, sentí el silencio que había sido ocupado por las preparaciones del viaje en las últimas semanas. Luego sentí que él espacio entre el avión y el suelo no era nada comparado con el salto que había dado en la incertidumbre con la única seguridad de que mi pista de aterrizaje seria la mano de Dios. No podía creer que estaba de camino a la India, que hermosa vida llena de sorpresas que yo misma no hubiera podido imaginar! 
Me preguntaba si esta nueva sensación de tranquilidad se debería a mi falta total de expectativas. He aprendido ha no crear expectativas y recibir mi destino con el corazón abierto. Solo confiando en la vida. Cerré mis ojos y en la tranquilidad, vi la imagen del Dios Hindú Krishna, sonriéndome con sus ojos llenos de Amor. Esta visión me dio el coraje y seguridad espiritual que necesitaba para llegar a mi destino, La India. 
LA INDIA
No puedo describir mi llegada a La India de otra forma de como una reina. Desde que baje del avión en Delhi, Swami Chetan había arreglado un trato VIP. El Sr. Jhanardanji me esperaba con una gran sonrisa y me traslado fuera del aeropuerto haciéndose cargo de todos los procesos de migración y aduanas. Desde la conversación que sostuvimos en el carro entendí que yo no había conocido personas tan puras y divinas como Jhanardanji anteriormente. La espiritualidad, amabilidad, humildad y conocimiento que este señor transmitia con sus palabras y gestos, me hicieron sentir de forma automática dentro de una burbuja de amor , Paz y felicidad . Jhanardanji me albergo en su casa hasta la mañana siguiente. Swamiji había arreglado un chofer de su confianza para recogerme. A las 6AM Mr Inder un joven y gentil taxista de Delhi, me llevo en su cómodo carro 14horas de viaje através de los Himalayas hasta mi destino final el Ashram de Swami Chetan en Uttarkashi Ganeshpur. Tan pronto entramos en la carretera cerré mis ojos y reí, no había nada mas que hacer ante los carros que venían de frente en vía contraria a gran velocidad. Durante el viaje nos paramos en dos restaurantes muy hermosos y exclusivos reservados por Swamiji donde probamos platos hindúes deliciosos. Pasamos por las ciudades sagradas de Haridwar, Risikesh, Gangotri antes de continuar nuestra larga ascensión por los Himalayas, yo no entendía como el chofer conocía la ruta en lo que parecía ser el medio de la nada. 

 

 

 A las 7:00pm entramos en la región de Uttarkashi. El paisaje se volvió extremadamente bello de un verde casi Irreal. Abrimos las ventanas para recibir el aire fresco de las montañas. Una mixtura de olor a flores y sándalo entro con la brisa. En ese momento dos grandes aves verdes volaron frente al carro jugueteando por varios segundos, eran hermosisimas. Mr. Inder como leyendo mis pensamientos dijo que las aves estaban dándonos la bienvenida a la Región. Llegamos al Ashram ya de noche. Por primera vez estuve de frente a mi hijo y anfitrión Swami Chetanji Maharaji.
Swami Chetan preparo la cena. Mientras cocinaba seguí sus movimientos rápidos y ágiles. Poseía una energía y presencia tremenda, todo lo hacia con gran rapidez y precisión. Al sentarnos a cenar observe sus ojos rasgados y su parecido a Cristo. Su voz era fuerte, profunda y melodiosa. Su presencia me era tan familiar como si lo hubiera conocido desde siempre. Una gran alegría se apodero de mí como pasa con los seres queridos que vuelves a ver después de mucho tiempo
Desde el Ashram, situado en un impresionante paisaje montañoso a las orillas del río Ganges se escuchaba continuamente el poderoso sonido proveniente de las veloces corrientes que bajaban de los glaciales cercanos. Este sonido omnipresente hizo que mi pequeña voz se ahogara en el continuo mantra del rio Ganges, o como le llaman los Hindúes ¨Ma Ganga¨ 
Aparte de Swamiji solo estaba un monje mayor llamado Ram Baba y su cachorro Bholenat. Estos constituyeron mi familia anfitriona por 20 dias.
Me tomo un par de días ajustarme al cambio de horario, entender la rutina del Ashram y respirar normalmente a 5,000 pies. El Ashram tenia todas las comodidades modernas, algo sorprendente en este lugar. También tenia una escuela La Fundacion Vivekananda¨ con 180 angelitos de las montañas cercanas. 
Parte de la rutina diaria consistía en leer varias horas al día la obra de Ramakrishna y Vivekananda. En esas horas de soledad, los primeros días casi no me podía concentrar en mis lecturas, algo inusual en mi pues leo mucho. Me encontré de frente con mi propia realidad y vida. Yo pensaba que con la practica de meditacion ya habia alcanzado la paz y la felicidad dentro de mi. En casa mi practica de meditacion diaria eran un cielo de paz y felicidad interna. Horas de perfecta comunión con mi ser interior y los maestros de Kriya yoga. ¿Pero alli en los Himalayas? muchas preguntas surgieron sobre mi vida ¿que realmente estaba buscando en ese lugar? Yo no había venido a participar en un programa especifico y Swamiji reusaba a jugar el papel de Maestro y discípula. El me dijo en varias ocasiones que todas las personas que llegaban allá obtenían la iluminación espiritual. Yo nunca le respondí pues no quería que el sintiera que estaba obligado a darme nada y que yo fui pensando en obtener la iulminación. 
En realidad no sabia como había llegado hasta allá y lo único que fui a recibir era lo que la vida quisiera darme en ese momento, fuera lo que fuera mi corazón estaba abierto a recibirlo. 
La primera semana no pude comunicarme con mis hijos pues el Internet tenia problemas. Estuve preocupada pues sabia como ellos dependian de mi emocionalmente. No tengo idea como Swamiji leyó mis pensamientos y sintió mi dolor de madre pues yo no le mostré ningún signo de este. El me confronto con mi propia vida que había dejado atraz en casa. Con detalles precisos me hablo de los problemas que tenia que resolver y de como afrontarlos. El queria el bienestar mio y de mi familia. No enseñanzas vedicas, no pranayamas pero enseñanzas practicas de cómo alcanzar el éxito y la felicidad.
Es doloroso y nada placentero confrontarse con las partes negativas e inconscientes de nosotros mismos. Especialmente cuando creíamos ya haber rebasado muchas etapas. Swami Chetan tumbo muchas paredes en esos días para mi desconocidas hasta entonces, ya no tenia nada mas donde ocultarme, el había llegado al centro de mi ser. En su presencia me sentía totalmente desnuda y vulnerable. El podía ver todos mis pensamientos y sentimientos. Su mirada y su voz me hacían temblar, ¨Sientate¨ me ordenaba con gesto de rey y voz poderosa, nadie había causado ese efecto en mi antes. Al principio me reía y jugaba con sus mandatos autoritarios pero luego realice que esta forma de resistencia mental solo crearía mas tensión y que si realmente quería aprender algo ahí la única opción era callar y rendirme totalmente a sus pies, sin orgullo y con humildad.
Suavemente Swamiji empezó a abrirse y a compartir su sabiduría espontáneamente no en forma de enseñanza. A veces en las noches después de realizar el Kirtan (cantos devocionales) en la sala de meditacion se quedaba hablándome por horas incontables, ya no era el joven Swami Chetan sentado frente a mi, ahora era un maestro anciano con su voz transformada y pacifica me guiaba atravez del sonido del Ganges en lo mas profundo de los Himalayas hasta un espacio sin tiempo instruyendo directamente al ser. Swamiji, nunca aceptara ser llamado Guru, o profesor o maestro. Pero el efecto de transformación que tuvo este encuentro y sigue teniendo en mi vida es alucinante.. 
Cuando fui a la India, una parte de mi ser estaba dormida. No tenia metas ni proyectos ni deseos y solo quería vivir en la nube de amor que había encontrado atravez de la meditacion.
Entendi que mucho mas tenia que hacer en esta tierra antes de poder alcanzar este estado permanente. Tenia que atender los medios no la meta. 
Primero ocupándome de mis deberes de vida dados a mi por el mismo Dios, familia, hijos y desarrollo profesional y si optaba por dedicarme al desarrollo espiritual debía realmente ser muy disciplinada en la practica  estudio de los diferentes tipos de Yoga. 
Muchas veces Swamiji me alerto de no pensar que la visión de los Dioses Hindúes que yo había tenido como Shiva, Krishna, etc. eran reales. ¨Tienes que ir mas allá de la vision, me decía.   En Uttarkashi sentí constantemente la energía de Shiva  . Luego supe que a este sitio le llaman la Cabeza de Shiva, el punto donde el sagrado Ganges entra a la tierra del espacio a través de su cabeza.  Entonces allí realice lo que Swami Chetan me había querido decir. La energía con la que Swamiji actúo fue la energía de Shiva. Shiva no es una imagen es una energía que destruye lo estañado en nosotros, la ilusión. Swami Chetan es la imagen en realidad el es la energía viva de Shiva, Krishna, Jesús etc…

El viaje a La India y a los Himalayas específicamente  fue sin duda una  experiencia sensorial de belleza, sabores y dulzura indescriptibles. Pero mucho mas que eso y sobre toda las cosas fue un espejo de mi propia vida un impulso, una transformación espiritual real, un verdadero regalo divino y una inspiración para traer esta energía y esparcirla en mi tierra...   Om Namah Shivaya!!!

Marcelle D'Alessandro, Santo Domingo  Republica Dominicana

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